Este texto fue redactado en Noviembre de 2007..ha llovido, y lo que auguraba el transito de Plutón en Capricornio, instalado en este signo hasta el 2024 parece irse poco a poco desplegando.
¿No os parece?
El
frío análisis de la realidad de Saturno, santo patrón del transito de Plutón en
Capricornio, se alejará de las justificaciones y polémicas morales de estos
últimos años, para abordar la realidad desde un punto de vista más aséptico,
justificando actuaciones y decisiones bajo el pretexto de evitar el caos, la
inseguridad y actuaciones irresponsables.
Aunque
ya en la actualidad la tecnología permite la posibilidad de sustituir materias
primas y tecnologías obsoletas de obtención de energía, así como bienes de
consumo o medicamentos de una manera inocua y sin efectos secundarios de ningún
orden, y por consiguiente un remedio para el peligroso camino que parece haber
tomado no solo nuestra civilización sino nuestro planeta, es una incógnita que
exista una plena voluntad de evitar las peligrosas consecuencias que se
derivarían de no hacerlo en este periodo. Si existe un planeta kármico, uno de
ellos es Saturno, y Plutón en Capricornio no hará más que manifestarlo como
directa consecuencia de actuaciones pasadas, que bajo la ley de la gravedad
tienen unas consecuencias inapelables e irreversibles, de no mediar una masa
crítica y alguna acción de cierta contundencia y radicalidad en contra de esa
inercia.
El
cuestionar la forma en la que nos organizamos jerárquica y funcionalmente en
sociedad parece lógica e incluso saludable bajo este transito, así como el
cuestionar los límites al crecimiento desenfrenado ya puesto en entredicho y
observado con cierto temor en los últimos años del transito de Plutón en
Sagitario.
Lo
cierto es que cualquier cambio y transformación debe comportar bajo Capricornio
un rigor y una disciplina concreta difícilmente imaginable en su estancia en
Sagitario. La cuestión, en Capricornio, puede tomar la forma de hechos
consumados y de inevitable dolor si no tomamos plena responsabilidad de lo que
implica.
El
gran aumento de la manipulación solapada de la información durante estos
últimos años, bajo una avalancha de noticias sin sustancia, puede verse
contrarrestado en los próximos con una descarada censura en nombre de una
difusa seguridad y respeto por las formas, o por el contrario, finalmente
pueden ver la luz montañas de información ocultadas y hurtadas al público por
parte del poder y sus estructuras organizadas.
La
conciencia de la responsabilidad individual en el entramado de la sociedad
debería ser uno de los frutos de este tránsito.
Tenemos
los siguientes temas que rigen el eje Cáncer-Capricornio, fuertemente activado
por el transito de Plutón:
-Rigor,
eficiencia, paciencia, austeridad y seriedad.
-Identidad
(nacional/ familiar/ origen); lo tradicional.
-Un
nuevo concepto del ámbito de la privacidad y lo público.
-La
geología de la tierra (placas tectónicas).
-Revisión
del concepto de status social, imagen publica, social y profesional.
-Jerarquías
políticas. Estructuras organizadas de gobierno.
-Madre
Tierra, conexión con el origen y con el inconsciente como referencia que
configura la realidad presente.
-Ordenamiento
y organización de los recursos y de la relación con la naturaleza.
-El
tiempo lineal productivo como medida asumida colectivamente.
-Intento
de instaurar en la tierra la materialización de un orden superior.
-El
eje padre-madre. Conceptos de maternidad-paternidad.
La
lista podría alargarse todavía más, pero si tan solo nos atenemos, por ejemplo,
al último punto descrito, es fácil deducir que el tema de la manipulación
genética y el gran cambio del concepto tradicional de la familia se verán
cuestionados por el papel transformador y de metamorfosis que a la postre es
una de las características principales de Plutón, esté donde esté.
El
componente de Saturno como rector de Capricornio podría hacernos vivir un
tiempo regido por el frío análisis pragmático en términos de sí o no, un tanto
similar al pensamiento digital informático en blanco y negro, unido a una
cierta desconexión con el sentimiento y lo emocional, propias de Capricornio,
esbozando un futuro más propio de la película Mad- Max, tras la catástrofe y el
colapso funcional del sistema.
Sin
embargo ésta es sólo una posible interpretación, insisto; sólo una posible
variable.
No
me cabe duda de que cierto colapso del sistema social verá la luz bajo este
tránsito, incluyendo en ello las estructuras de poder organizadas hasta ahora,
que bajo Plutón se verán obligadas a transformarse profundamente, o a perecer,
victimas de sus propios demonios y sombras ocultas.
En
el terreno personal, para quienes tengan este planeta con una fuerza y
protagonismo significativo en su tema de nacimiento, este tránsito supondrá una
nueva etapa de transformación en el ámbito donde se halle ubicado Capricornio
en su carta natal, más o menos consciente según el grado de evolución, edad y
determinación de nacimiento.
Para
los Capricornio, no cabe duda de que el transito de Plutón sobre su Sol que se
determina según el día de nacimiento, tendrá también un efecto lento pero claro
y contundente al final de dicho tránsito, aportando cambios y transformaciones
más o menos fáciles o difíciles, según diversos factores sobre los que no me
extenderé y que requieren un estudio mucho más individualizado y profesional en
manos de un astrólogo cualificado. Para los nacidos al principio del signo, los
efectos de Plutón sobre su Sol se notaran más pronto, evidentemente, que para
los nacidos al final del signo.
Por
último, señalar que también en lo particular, el aspecto que realice Plutón en
tránsito sobre algún otro planeta natal
situado en los signos de Cáncer, Aries o Libra, por citar los más
significativos, aportarán cambios, retos y modificaciones en las áreas y
aspectos definidos por dichos planetas según la zona del horóscopo en que se
hallan situados.
La
astrología nos enseña, entre otras cosas, que una de las pocas cosas que es
permanente es el propio cambio: a un tránsito le sigue otro; a una conjunción le
sigue otro aspecto que desarrolla su significado en un ciclo más o menos largo;
a un eclipse sigue otro; a un aspecto importantísimo le seguirá a continuación
otro aspecto importante en una rueda incesante.
La
importancia de todo esto siempre puede ser relativa en el ámbito personal, pero
no obstante, cuando asistimos simultáneamente de manera sincronizada a varios
eventos astrológicos, podemos deducir que este momento reviste una importancia
mayor, ya que los efectos de todo ello serán más visibles y significativos como
así parece ser en estos momentos para nuestro planeta, a las puertas de la era
de Acuario y al final de un año cósmico de más de 25.000 años, por no mencionar
las innumerables profecías; entre otras, la profecía maya, que señalan la excepcionalidad
de estos tiempos como especialmente importantes para la humanidad.
Los
astrólogos definimos al signo de Cáncer entre otras cosas como el punto de
nacimiento de la primera y más elemental vinculación con el clan, el útero
acogedor en donde el cuidado y la protección requieren de sentimiento, emoción
y una estrecha unión que deja una profunda huella, siendo todo ello
determinante en el sentido de nuestra identidad. Lo vinculamos con la familia,
tanto la que nos acoge al nacer como la que formamos de adultos. En el
simbolismo del cangrejo se observa un caparazón duro que nos aísla del ojo
público en la intimidad del hogar, un caparazón que es el escudo que permite
que en la privacidad se dé, o al menos se favorezca, la primera y más elemental
educación por osmosis e imitación. Bajo el caparazón, encontramos una carne
tierna y sensible, altamente frágil y vulnerable ante el entorno. Como primer
signo del elemento agua, es en Cáncer donde encontramos las primeras huellas
visibles de toda impronta que dejan los acontecimientos. Como signo opuesto y a
la vez complementario de Capricornio, es en él, donde en mi opinión vamos a
vivir el caballo de batalla de este próximo transito de Plutón y por lo tanto,
puede ser que en estos tiempos se establezca un intento de control del ámbito
familiar por parte del poder; puede ser el despertar de fuertes sentimientos
nacionalistas e identitarios frente a estructuras de ámbito superior; puede ser
que en estos tiempos se pretenda aglutinar el sentido de la existencia humana
en la matriz protectora de una seguridad cómoda anestesiante y sonriente,
mientras nadie la cuestione, ni se oponga a corresponder a cambio con un
sacrificio o un precio al que realmente nadie le obliga. Cáncer, el signo del
final, pero también el de un nuevo nacimiento; el final del sentimiento de
individualidad única y diferenciada y el nacimiento de un nuevo sentimiento de
vinculación a un todo mayor que lo acoge, con la esperanza de que algún día
vuele por sí mismo perpetuando la vida, habiendo ganado en sabiduría y habiendo
subido un nuevo peldaño en la evolución. Es en el agua donde se halla
almacenada la memoria, en el agua de nuestro cuerpo, en sus células y en el
agua que surca los océanos, los ríos y las fuentes, como bien ha demostrado el
doctor Masaru Emoto en sus investigaciones. Éste puede ser un tiempo donde el
agua se convierta en un elemento de protagonismo excepcional y en ella acaben
convergiendo todos los dioses y demonios, trabajar con y para ella... tal vez
debería ser más importante que nunca en estos tiempos, haciendo honor al
símbolo del aguador de Acuario el limpiar y sanar nuestra memoria emocional
individual y colectiva. Sería la mayor contribución posible ante los retos de
este tránsito tan peligroso o benéfico,
como seamos capaces de creer y crear de forma colectiva. No creo que ni el día
ni la hora estén escritos, ni tan solo la forma concreta en que los marcadores
celestes de las energías planetarias nos inclinen. Éstos pueden ser tiempos
duros y profundamente turbulentos, pero también la puerta a una nueva dimensión
superior más universal, responsable y madura, como lo marca el signo de
Capricornio. Lo cierto es que todo lo que aquí escribo no deja de ser una
reflexión personal más o menos fundamentada, pero tan solo una más, y tan sólo
pretende llamar a la reflexión y tal vez a la duda, en contra de la
parcialmente confortable seguridad que se obtiene al dar algo por sentado. Lo
que sí creo que es más cierto que nunca, es que de no mediar un impulso al que
por otro lado nos llama la entrada de Plutón en Capricornio, y de seguir la
línea de inercia por el camino marcado en estos últimos tiempos, este tránsito
puede conllevar momentos sumamente duros y desagradables, especialmente cuando
asistamos al desmoronamiento de lo que estaba mal construido. Por ello no es de
extrañar que dichas estructuras acaben derrumbándose, cuando corrompidas,
degradadas y agotadas, acaben viniéndose abajo como consecuencia lógica del
paso del tiempo, la ineficacia y la inconsciencia de los límites que pueden
soportarse en cada momento.
JAUME BAIGET
Astrólogo-Terapeuta -Noviembre 2007
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