Tanto el Sol como la Luna tienen
un destacado protagonismo en un carta astral, no en vano son los arquetipos
fundamentales mediante los que representamos la cualidad activa, masculina y
paterna en el caso del Sol, y la receptiva, femenina y materna en el caso de la
Luna.
A partir de la relación por
signo, casa y aspecto o distancia entre ambos podemos llegar a determinar y
comprender la percepción , y experiencia que en nuestra vida tomaran ambos
principios.
Es habitual entre el colectivo
astrológico denominar a dichas luminarias como planetas aunque obviamente no lo
sean, es frecuente acudir a dicha generalización para enmarcar el enfoque
astrológico de su interpretación.
En una carta astral se hallan
representados todos los arquetipos conocidos y me atrevería a decir necesarios
para poder emprender un trabajo de ampliación de la conciencia y de
autoconocimiento, y por ello y siguiendo la estela de lo que hemos aprendido de
la psicología moderna empezando por la escuela psicoanalista freudiana, la de
Jung , la transpersonal, humanista o cualquier otra sabemos que todo trabajo de autoconocimiento básico se inicia n
nuestra experiencia básica en nuestra niñez y nuestra relación con nuestros
padres y de eso también habla las posiciones de nuestro Sol y nuestra Luna.
Aunque las posiciones en nuestra
carta astral de ambas luminarias definan una tendencia, una determinación si se
quiere , no es menos cierto que a lo largo de la vida todo ello ira
evolucionando con sus respectivas etapas en las que se abrirán retos y
oportunidades en torno a dicha relación entre ambos arquetipos.
La relación entre ambas
luminarias se establece a través de un ciclo de alrededor de 29 años, que es el
tiempo en el que ambas luminarias van progresando año a año en sincronía con el
punto de partida que representa nuestra carta astral, y es el tiempo que tardan
en coincidir ambas luminarias en un mismo punto para dar inicio a un nuevo
ciclo.
La técnica en la que es más fácil visualizar este ciclo
año a año es la conocida como “progresión secundaria”, en definitiva una
progresión del horóscopo de nacimiento, pero la manera más simple de entender a
que me estoy refiriendo es visualizando en la carta de nacimiento donde están
situados nuestro Sol y nuestra Luna. Si siguiendo el orden natural del zodiaco
de Aries, Tauro, Géminis, etc. tenemos p.ej un Sol en Aries y una Luna en
Géminis.. .deduciremos fácilmente que
esa luna esta en una fase “creciente” a partir del momento en que estuvieron en
conjunción. Ni más ni menos igual que si habláramos de una lunación que seria
el paralelismo más sencillo con el que se puede comparar este ciclo, que en vez
de días como en el caso ordinario de las lunaciones habituales que observamos
en el cielo cada mes , serian en este caso de años y con sus consiguientes
fases de luna creciente, llena, menguante, etc..
Es tan sencillo como entender que el Sol progresado seria
la aguja horaria, y la progresión de la luna la aguja de los minutos, en el
momento en que ambas agujas se sincronizan tenemos el inicio de un nuevo ciclo.
El momento en que tenemos la
conjunción de dichas luminarias en un signo y casa determinada lo cual como
señale anteriormente sucede cada 29 años aproximadamente definirá, orientara al
individuo a un tipo determinado de percepción y experimentación en sintonía con
la carta de nacimiento.
Lógicamente el momento en el que
se inicia dichos ciclos variaran de una persona a otra en base a como están
ubicadas dichas luminarias en la carta de nacimiento pudiendo oscilar el
momento de inicio del ciclo en vida de la persona de a los pocos años de vida a
un inicio en una edad adulta.
Es fácil siguiendo con las
analogías entender que por ejemplo una persona con una oposición en su carta de
Sol con la Luna, a nacido en una fase de “luna llena” con todas las virtudes y
defectos que se le asigna a dicha fase lunar.
Por ejemplo alguien con el Sol en
Acuario a 20º p.ej y la Luna a 15º de Tauro estará en una fase de Luna
creciente (de 45 a 90º) con las consiguientes características activas de ese
periodo durante ese lapso de tiempo.
Todos hemos nacido en alguna de
las ocho fases en que la astrología al menos el uso que yo manejo suele
adjudicar a lo largo de este ciclo.
La fase en la que se encontraba
la luna en tu nacimiento respecto al Sol define una pincelada importante de
cual es tu misión en la vida en la importante polaridad del juego entre
consciente(Sol) e inconsciente (Luna).
Existen ocho fases en función de
la distancia entre el Sol y la Luna y cada una de ellas da un toque significativo
a la personalidad y la manera de percibir y encarar la vida por parte de la
persona.
Naturalmente el lugar por signo y
casa e incluso por aspectos en el que se da el inicio de un nuevo ciclo de 29
años en la vida de la persona merece un análisis atento y nos hablara de en que
fase de la vida y bajo que marco transcurrirá dicho largo ciclo, y para ello
será necesario tener una comprensión de cierta profundidad de la técnica
astrológica o el asesoramiento y orientación de un astrólogo competente.
Si sabemos cual es la distancia
que existe en grados de la circunferencia entre nuestro Sol y nuestra Luna de
nacimiento-siempre cogiendo el Sol como punto 0 de referencia-, sabremos ubicar
cual es nuestra fase de nacimiento, la cual nos marcara significativamente en
la percepción y vivencia de la relación entre ambos arquetipos en esta clasificación se describen brevemente las características
de cada fase bajo la que transcurre toda lunación.
Luna nueva (0º-45º)-Persona
que empieza las cosas con un arranque impetuoso. Se posee una fuerte carga
instintiva, se es bastante subjetivo, impulsivo y espontáneo.
Luna creciente
(45º-90º)-La persona necesita a lo largo de su evolución irse alejando de los
antiguos esquemas que la mantienen anclada en el pasado. Eres una persona que
luchas para borrar fronteras y superar obstáculos.
Luna cuarto creciente
(90º-135º)-El objetivo en la vida es construir unas sólidas estructuras que
sirvan para afianzar la propia visión dentro de la sociedad. Personalidad
luchadora, muy activa y creativa, que apuestas fuerte por los cambios y por
nuevas metas.
Luna gibosa (135º-180º)-El
objetivo de la vida es perfeccionarse a si mismo como vehículo de expresión.
Fuerte motivación e interés en contribuir a la sociedad, siendo idealista y
motivado por metas elevadas.
Luna llena (180º-135º)Detrás
del Sol-La persona debe utilizar la objetividad de la mente para aquello que se
ha propuesto en la vida. Interés por algún tipo de realización o aportación
significativa a la sociedad.
Luna menguante o Diseminada
(135º-90º)-La persona debe trabajar para manifestar sus objetivos claramente ,y
difundir aquello que considera de valor. Tienes vocación de puente o enlace a
nivel personal o social.
Luna cuarto menguante
(90º-45º)-Debes derribar antiguas y limitadoras creencias y anticuadas
estructuras de vida que ya han cumplido su objetivo. Crisis a nivel personal
como mecanismo de evolución ,o bien en sentido figurado, en forma de ideas
rompedoras.
Luna balsámica
(45º-0º)Detrás del Sol- Eres un puente entre el pasado y el futuro por medio de
la libre germinación de ideas. Se asocia con lo transitorio, persona apegada a
agotar una etapa para volver a nacer y resurgir con fuerza en otra nueva,
evolucionando.
A modo de un fractal vemos que de
la misma manera que una fase de lunación de 28-29 días responde a unas
características determinadas, un ciclo de la relación de este ciclo de 29 años
responderá a características parecidas analógicamente.
Somos naturaleza, y en ella y a
través de ella vivimos nuestra experiencia y la astrología es un excelente
medio para ampliar la percepción sobre ello y restablecer dicha unidad esencial
entre lo individual y lo colectivo , el alfa y el omega de todo ciclo.
ADMINISTRADOR
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada