Desde la visión astrológica puede
valorarse cualquier acontecimiento, pero también su origen e incluso analizar
el contexto mayor en el que se da. En astrología sabemos que los planetas simbólicamente
se relacionan con funciones personales como con las huellas que estas dejan en
el campo de la sociedad y la historia, pero también son arquetipos simbólicos
que aluden a procesos sofisticados tanto como a procesos simples.
Los llamados planetas personales
aluden a hechos simples en cuanto a definir su vinculación con herramientas
individuales. Desde la Luna que en astrología se la menciona con el genérico de
planeta para incluirla de forma mas sencilla dentro de la cosmovisión
astrológica hasta la orbita de Marte encontramos los planetas personales.
Júpiter y Saturno son denominados
planetas sociales, lo cual alude a un proceso de civilización mas sofisticado
en la especie humana.
Finalmente con la revolución
francesa y el descubrimiento de Urano, según muchos creemos la entrada de la
humanidad en una nueva etapa de crecimiento de la conciencia. No es que antes
no hubiera entre determinadas personas o grupos un nivel mayor de conciencia,
..hablamos de un proceso colectivo. Si en Saturno tenemos el limite de lo
conocido, con Urano entramos en la etapa de la rebeldía imprescindible para
superar límites que pueden ser usados como excusa para oprimir.
Las herramientas innovadoras que
representan a Urano y su necesaria acción de apartar los limites requerirían
para su correcto despliegue de un buen equilibrio con su energía complementaria
que en su caso es el Sol que al igual que a la Luna en astrología se le
menciona como un planeta.
El signo opuesto de Acuario, el
signo donde tiene su domicilio Urano , es Leo y el Sol el regente de este.
Así pues toda voluntad de
liberación creativa de revolución requiere de autoconocimiento, calidez humana
y visión igualitaria global, lo cual no es lo mismo que uniformadora.., el Sol
sale para todos pero no es valorado igual por todos, dicho de otro modo y
acudiendo al concepto creador y divino que este representa en cada individuo,
la ley o la revolución se hacen para las personas, no las personas para la ley
o la revolución. Esta es en definitiva la ley natural del puro sentido común.
La siguiente dimensión en esta
escala de amplitud de conciencia es el planeta Neptuno, este tiene su domicilio
en el signo de Piscis, aquí el misticismo, el idealismo social, la creencia
intuitiva, la vocación de sacrificio trascendente se traduce habitualmente en
movimientos de corte altruista y de auxilio en términos políticos
encontraríamos los movimientos de izquierda socialista o comunista con un ideal
igualitario de reparto global, la contrapartida en la energía de este planeta
esta en caer en el auto engaño, el fraude, la estafa, la mentira, la
hipocresía, la credulidad ingenua en definitiva que conduce a todo tipo de
desvarios, .....amnesia y decisiones erróneas.
El signo opuesto es Virgo con el
planeta Mercurio como su complemento necesario para Neptuno quien permite que
Neptuno pueda desplegarse de forma saludable.
La trasparencia o el esfuerzo
comunicativo de Mercurio, el saber discriminar lo irreal de lo real, el darle
nombre a las cosas y saber manejar las herramientas de forma eficiente, sean
capacidades paranormales o sean creencias requerirán de ese modo tanto una
acción precisa y voluntaria como una pulcritud con una sana comprensión del
servicio y de la utilidad practica.
De Neptuno pasamos a Plutón el
siguiente planeta en el orden transpersonal, de hecho el ultimo reconocido a
partir del Sol.
El poder transformador y el
sentido ultimo de nuestra ética, enfrentarse al tabu para integrar su sentido ,
en realidad Plutón se traduce en lo social a la vez que en lo personal y así es
con todas las energías planetarias aunque al tratarse de una alta vibración su
huella sea mas fácil advertirla en la realidad que se construye y nos afecta.
En el reino de Plutón se custodia
el átomo-germen de nuestra memoria y en realidad nuestra conexión inmortal, el
poder real pues al que podemos acceder o del que podemos hacer mal uso. Nuestra
voluntad se entronca ahí con una mayor y nuestra conciencia se encuentra con el
propio Yo mas o menos desconocido en espera de ser revelado. Es también ese mismo
poder que imaginamos por encima de nosotros y a quien en realidad damos permiso
a veces de forma inconsciente para que se exprese.
El rostro negativo de Plutón es
el afán obsesivo de control, la corrupción compulsiva victima de las propias
pasiones desatadas, la manipulación cínica y desalmada de otras personas o
simplemente de situaciones.
De alguna manera y puede ser muy
deprimente verlo así , el destino de Neptuno y su régimen socializador e
idealista es acabar cayendo en la corrupción asi lo hemos visto con muchos
regímenes denominados “comunistas”, y no me refiero simplemente al paso del
tiempo de Saturno sino a la que nos tienta Plutón , el siguiente estadio tras
Neptuno. La corrupción Plutoniana codiciosa de ocupar poder y de “control” para
alimentar a los que considera “los suyos”. El signo de Tauro el signo opuesto a
Escorpión el signo del que es regente Plutón será el necesario equilibrio.
Venus el planeta regente de Tauro nos hablara de cómo prevenir y evitar esa
malsana corrupción. Desde la visión de Venus se nos aparece como lógico que
serán necesarios unos mínimos de seguridad y confortabilidad para prevenir esa
tendencia, será necesario fomentar la cortesía, los valores creativos del arte
y solo una vida amorosa en donde pueda expresarse sin represión los instintos
socializadores y lúdicos en un marco que tenga claro que hay que garantizar
unos recursos mínimos de forma imprescindible para no favorecer la
manifestación pervertida de Plutón.
El respeto y la empatía con el otro podrá dar sentido a
la muerte como destino final que representa Plutón. , hoy en día se halla de
paso en el signo de Capricornio, la expresión máxima de gobierno y poder por
cierto, quien nos interpela colectivamente a confrontarnos con el poder pues
allí se revela en su máxima expresión lo mejor y peor de cada uno, tanto
individualmente como humanidad a nivel colectivo.
A menudo hemos escuchado que hay
planetas mas allá de Plutón dentro del sistema solar claro esta, pronto tal vez
entendamos que esa corrupción o esa inmortalidad posible del alma sirve o es
usada por algo más allá, pero si el destino del idealismo de Neptuno es la
corrupción y el afán compulsivo de control de Plutón, también es posible
entender que la acción desinteresada e incondicional de Neptuno trae como
consecuencia la iluminación de todo lo oscuro en nosotros o de nuestra
humanidad si hablamos a nivel colectivo, y para ello el complemento bien
entendido de la energía amorosa de Venus, que desde el signo de Libra nos llama
al matrimonio , a unir los dos hemisferios armónicamente, un exceso del
hemisferio izquierdo, el racional o masculino
nos hablara del científico frío y materialista, un exceso del hemisferio
derecho, el creativo que podemos asociar al femenino nos llevara a un exceso de
credulidad en cualquier caso a un desequilibrio. La energía de Venus nos llama
finalmente a otro matrimonio que la tradición esotérica y mística oriental, y
también la occidental aunque esta permanezca semienterrada nos recuerda, me
estoy refiriendo al ascenso de la kundalini para llegar a la iluminación. Los
dos canales energéticos por los que asciende dicha kundalini deben evolucionar
en armonía paso a paso para la conquista del poder transformador de Plutón que
llega al ascender a la cima de la cabeza en el séptimo chakra. En cualquier
caso los planetas transpersonales de manera mas necesaria que los restantes
dada la sutileza y dificultad de su correcto manejo, requerirán el
entendimiento de las polaridades que en astrología siempre ofrecen una valiosa
información y un excelente referente para manejar mejor las energías
planetarias.
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