Uno de los grandes astrologos de la talla de Liz Green, Stephan Arroyo, o Howard Sasportas nos da su personal visión de la conocida como astrologia esoterica.
Me gustaría darles un ejemplo de un viaje que hice
a Grecia, con el fin de compartir la diferencia entre las dinámicas
astrológicas esotéricas y exotéricas. Íbamos de Rodas a Creta. Fui al
aeropuerto de Rodas y había allí dos puertas con inscripciones en Griego sobre
ellas. Aunque no hablo griego estoy familiarizado con su alfabeto. Sobre una
puerta decía Esotérico y en la otra decía Exotérico. Yo dije: "Dios, debo
estar en el lugar correcto... entonces, cuál puerta debo usar?" Pensé en
eso y me dije, esotérico significa dentro y exotérico lo que está afuera. Las
dinámicas esotéricas de la vida tienen que ver con los movimientos internos de
la energía o aquello que es lo más profundo. Eso debe ser la vida de la mística
porque está dentro del país. Lo esotérico está afuera, es eso que es más
fácilmente discernible. Entonces exotérico deben ser los viajes
internacionales. Como yo estaba en Grecia y me sentía con ánimos de recibir más
orientación esotérica, pasé por la puerta Esotérica y me fui a Creta.
Me gustaría aplicar los términos esotérico y
exotérico en otro sentido. Hay un movimiento dentro de muchos de nosotros para crear una tensión necesaria y
apropiada, que no nos saca energía. La tensión apropiada es aquella que aumenta
y renueva la energía. Estoy hablando sobre la tensión apropiada que está entre
el Ser Superior y el Inferior. Si conscientemente podemos crear un puente (el
que en términos esotéricos es llamado el Antakarana o el Puente del Arco Iris)
entre nuestras vidas internas y externas, si estamos trabajando para ser
objetivos en nuestra subjetiva realidad, entonces estamos trabajando
esotéricamente. Todos nosotros estamos trabajando como sanadores y todos
nosotros estamos trabajando en sanación. La palabra "sanar" está
relacionada con la palabra "totalidad" la cual está realmente
relacionada con la palabra "salud". A medida que nos movemos en
nuestra totalidad, en nuestra sanación, nos movemos en todos los niveles hacia nuestra
salud.
Muchos de nosotros hemos llegado al punto donde nos sentimos cansados y
exhaustos por las tensiones de la vida exotérica. Esa vida que se origina y se
rige por la Luna, que tiene que ver con: "la culpa es de Mamá o Papá, la
culpa es del entorno, la culpa es de mi esposo y es mi culpa el que me sienta
muy mal hoy". Muchos de nosotros descubre que puede ser ridículo y eso nos
desgasta. Cuando más tratamos de aceptar desafíos en niveles físicos, en los
emocionales o mentales, más confundidos nos sentimos. No se puede resolver una
situación desde un enfoque total o una síntesis refinada sobre lo que está
ocurriendo. Debemos encontrar otro nivel de identificación con el cual podamos
manejar nuestras vidas. Cuando nos identificamos con nosotros mismos, somos lo
que decimos ser. Si yo digo que soy una criatura de Dios, entonces, eso es lo
que soy. Si digo que soy un tonto, también soy lo que digo que soy. Lo que
decimos nosotros sobre nosotros mismos es definitivamente le divina palabra de
expresión de los que somos. Es así como funciona.
Para mí, la astrología ha servido los fines de su origen. En el sentido esotérico, la astrología es el vehículo para el desarrollo de la conciencia. Yo la trato como el vehículo del desarrollo de la conciencia y específicamente para el desarrollo del cuerpo intuitivo. Estamos tratando con las relaciones arquetípicas. Cuando nos sintonizamos a las dinámicas arquetípicas de la astrología, crecemos. Empezamos a ver una dinámica impersonal, la naturaleza transpersonal de las influencias de la vida y entonces podemos administrarlas personalmente e incorporarlas en nuestras vidas.
He sido un astrólogo por 30 años. La astrología me ha demostrado que soy un alma con un cuerpo, no un cuerpo con un alma. Cuanto más me identifico desde ese nivel dejo de estar en una torre blanca siendo, oh! tan espiritual. Cuanto más estoy aquí, en el planeta, cuento con tanto más amor, poder, fuerza y la habilidad de efectuar transformaciones para mejorar mi propia vida y la de otros. Al menos, elijo pensar así. En sus raíces, la astrología es esotérica. Va desplegando la naturaleza de la vida a través de su lenguaje simbólico. Ese lenguaje es material, pero la habilidad de percibir la energía dentro de la forma de una situación dada tiene mucho que ver con Plutón, Neptuno y Urano. Y tiene que ver aún más con las influencias transpersonales y con una perspectiva transpersonal.
En este punto, me gustaría compartir con ustedes una perspectiva un poco distinta de ver a los planetas desde la regencia de los signos. Esta perspectiva es la de las Antiguas Enseñanzas de la Sabiduría. Cuando se ven desde el nivel del alma, aparece otra dinámica. Cuando funcionamos esotéricamente desde el alma, no estamos centrados en nuestros ombligos. La tragedia del mundo viene de una enfermedad universal llamada; yo, mi y mío. Si tenemos un yo, un mi o un mío colectivo o individual, estamos enfermos. La Era de Acuario insiste en una colectivización de la orientación sin perder la auto expresión individual. A medida que la conciencia se va abriendo, más individualizados somos y ella se hace más universal . Cuanto más soy yo mismo, más soy tú. Esta dinámica de colectividad individualizada es el paradigma implícito de la Nueva Era.
Si estamos funcionando astrológicamente, horoscópicamente en un nivel esotérico, estamos funcionando mucho más con inferencias colectivas; entonces el regente de Aries deja de ser Marte y se torna Mercurio porque el Aries, centrado en el alma, ya sea signo Ascendente o signo del Sol, está iniciando una idea desde la Mente de Dios, desde el origen universal. El individuo Aries puede fusionarse con Mercurio, la idea original viene desde un tipo de despertar arquetípico en lo colectivo que así se purifica con el fuego de la mente.
Cuando Tauro trabaja esotéricamente con el planeta, Vulcano aparece como el regente. Si Vulcano es un planeta físico o metafísico no tiene importancia. Es un arquetipo en la conciencia colectiva. Vulcano era el herrero de los Dioses. Los dioses traían todas sus herramientas porque no podían hacer milagros al llegar a un cierto nivel . Las herramientas tenían que ser re-habilitadas. El signo Ascendente o del Sol de una persona que está en el camino, tiene que ver con habilidad de impregnar la materia con mayores posibilidades. A fin de hacer esto, se tiene que ver a través del ojo del toro, que es el tercer ojo. Tiene que ver el valor verdadero dentro de la forma y liberar ese valor verdadero, no para sus propios fines sino para el bien común colectivo.
Cuando nos movemos dentro de una vida dirigida esotéricamente en Géminis, ya no tenemos la dualidad y multiplicidad de Mercurio. El regente de Géminis entonces es Venus, que atrae a los opuestos para crear sinfonías de armonía más grandes. Venus hace que la gente y las ideas se junten a los fines transpersonales, creando esas dinámicas de relación a fin de traer más armonía. Físicamente Venus origina el fomento de lo que llamamos la Ley de Las Relaciones Humanas Justas. Esta Ley es la Ley implícita de la Era de Acuario. Otra Ley importante es la Ley de Circulación.
Cuando nos movemos dentro de una encarnación Canceriana, esto es enfocado esotéricamente, no es más aquello de "mi mamá, mi casa y mi comida". La influencia de la Luna es reemplazada por Neptuno. Neptuno es el originador universal del abastecimiento. En el océano se encuentra oro y diamantes. El individuo Neptuniano - Canceriano está trabajando para crear abastecimiento para toda la familia humana. Está trabajando para crear un campo de servicio que le permita actuar en un nivel impersonal. Se vuelve más impersonal en su vida personal y más personal en su vida impersonal.
Cuando llegamos a Leo, el Sol continúa siendo el regente, pero no es el cuerpo del sol, ese sol que refleja una sombra y hace que una persona con un Leo muy fuerte pueda sacarle su energía porque su personalidad brilla tan fuertemente. Sino que es el corazón del sol, la luz que no echa sombras. Una luz que no brilla pero que irradia. Su irradiación vierte, crea y sostiene la vida.
Cuando vamos hacia Virgo, no tenemos de nuevo a Mercurio diciendo, "O Dios Mío, que haré con mis investigaciones, qué clase de trabajo tendré, etc. Tenemos a la Luna regenteando a Virgo. Tenemos la Madre. Hay un maravilloso dilema para Virgo. Es un Virgo que siempre está embarazado y nunca da a luz... siempre está dispuesta a utilizar los recursos para la Criatura de Cristo, para su Virgo-Piscis.. Ese Virgo está permanentemente atento a las dinámicas de la nutrición del Cristo interior y que sabe sobrevivir a esa clase de nutrición de los otros de una manera muy práctica.
Cuando vamos hacia Libra, no estamos más en el juego de tú versus yo...compitamos por lo que pasa acá... creemos algún ideal relativo a mi concepción personal de qué se supone debe ser una relación. En cambio, nos movemos hacia las dinámicas impersonales de la relación y Urano se convierte en el regente de Libra. Venus como regente trabaja en el nivel de la personalidad. Urano lo hace en el del alma. Se tiene otra forma de octava más alta o más baja de energía planetaria. Lo que se tiene es Venus, el poder de atracción, el poder magnético de juntar a la gente pero a los fines Uranianos, o sea para dinámicas de grupo.
Pasamos a Escorpio, Marte también regentea a Escorpio a nivel del alma. No es " Te voy a tomar porque quiero tu energía", que sería el nivel inferior de Escorpio, sino que tenemos a Marte, que es muerte, llevándonos a la resurrección. El propósito de matar la forma física, matando el deseo, no es para aniquilar o destruir sino para liberar las fuerzas latentes, el espíritu interior, a los fines regenerativos no sólo para el individuo sino para todo aquel que entre en contacto con este tipo de persona Escorpiana.
Cuando vamos hacia Sagitario, el regente esotérico es la Tierra. Ya no es más el idealismo Jupiteriano de " Mando una flecha al aire. Cae en la tierra y no sé dónde y realmente no me importa, porque no quiero tener responsabilidad de ello." La Tierra se convierte en la orientación de Sagitario porque el propósito de la encarnación en Sagitario es ser el discípulo señalado para el Camino y para mostrar con la flecha qué es el Camino. Ese camino es un camino de la tierra. Nos damos a la tierra. El propósito de la naturaleza superior de Sagitario es el de impregnar a la tierra con la oportunidad de convertirse en un planeta sagrado. Tenemos siete planetas sagrados en este sistema solar y la Tierra no es uno de ellos aún. Nuestro trabajo como el impulso colectivo Sagitariano es traer esa dirección única para que perdamos la dualidad de inferior-superior y fusionemos nuestros sí mismos inferiores y superiores. Entonces la Estrella de David toma forma en la conciencia. Se unen los triángulos inferiores y superiores y aparecen como un único sí mismo y una única humanidad.
En Capricornio, Saturno también es un doble regente. Pero en vez de tener, "Oh mi vida está limitada", o " Voy a controlar para estar seguro de lograr lo que necesito," en la naturaleza inferior Saturnina, tenemos a Saturno como atravesando el "círculo de no pasar" y llegando a los límites de la conciencia para expandir las posibilidades que están disponibles para el uso correcto de los recursos. Ya no tenemos al Saturno como vehículo del karma enfocado física o biológicamente, sino abriéndose más hacia el karma planetario, para mostrar realmente la responsabilidad o no responsabilidad justa que se crea desde los patrones de hábitos no generativos, emocionales, mentales o físicos.
Cuando nos vamos a Acuario, ocurre algo maravilloso. Parado detrás de la energía de Acuario está el planeta Júpiter. Júpiter se convierte en el Señor de la Era de Acuario a través de Urano. En el nivel exotérico vamos a ser muy acuarianos y tener todos esos inventos, etc. La ciencia será el vehículo a través del cual la humanidad llegará a su propia divina expresión, pero Júpiter, a quién llamamos el Señor del Segundo Rayo es un Señor del Amor, Señor de la Abundancia En los niveles esotéricos cada uno de nosotros puede tener una visión como, "Oh, mi Dios, acá estamos en la Luna y estoy viendo que este es un planeta". Si todos podemos tener esa perspectiva, entonces la abundancia del amor está allí para que todos nosotros la compartamos en esa perspectiva colectiva de la Era de Acuario.
Finalmente llegamos a Piscis. En vez de auto-destrucción y auto-aniquilación, con una nueva visión del Ser Superior y su significado, Plutón se convierte en el regente de Piscis porque eso indica la redención del sí mismo inferior y su resurrección como el ave fénix. La palabra sacrifico viene de dos palabras latinas, una es sacra, sagrado y la otra es ficio, que viene de ficare, significa hacer. Sacrificio significa hacerlo sagrado. Somos hechos un todo a través de Plutón, por la serie progresiva de muertes que padecemos con el fin resucitar en una mejor vida.
Cuando llegamos a ver los planetas y los signos a través de esa perspectiva llegamos a darnos cuenta de nuestra posibilidad y el regalo que la astrología nos da como ciencia iniciática.
Escrito por ALAN OKEN
Traducido por KERY RIVABELLA
ADMINISTRADOR