dissabte, 6 de setembre del 2014

EL ARBOL DE LOS CICLOS HISTORICOS

Cuando examinamos la historia, sea hacia atrás para entenderla, o sea para adelante para prever y valorar cual es el mapa del recorrido del porvenir, nos encontramos con una cuestión fundamental que es por un lado los planetas como elementos protagonistas, y por otro los diversos ciclos que se establecen entre ellos. Sabemos que tenemos planetas rápidos y otros lentos por lo que lógicamente cualquier planeta rápido este o no junto a un planeta lento, dará un ciclo de corta duración, y cuanto mas lentos sean las rotaciones de las parejas que forman dicho ciclo de mayor duración será este.
En primer lugar debemos situar cual es el significado de los planetas lentos en el plano colectivo de los sucesos mundanos y su impacto en el devenir global.

Empezando por Plutón el más alejado del Sol tenemos a este como protagonista de las grandes transformaciones que requieren una catarsis emocional, un afloramiento de lo oculto vinculado al instinto de supervivencia, el poder, un elemento dionisiaco y erótico en suma, en busca de expresión y trascendencia.

En el caso de Neptuno su papel en todo aquello con ideales de redención, religiosidad y inspiración artística. En definitiva todo aquello que requiere disolverse para retornar a la unidad, ya mas cerca de la divinidad que todo lo abarca.
En Urano encontramos la revolución, el elemento prometeico, la tecnología y avances técnicos que teóricamente nos liberaran de la obediencia irracional. Un ansia de libertad creativa en definitiva. En Saturno encontramos , limites, orden, estructuras, construcción de la materialidad. En Júpiter aumento, entusiasmo, creencia y confianza en la bondad de aquello en lo que se deposita la atención y la confianza. Quirón la herida que nos hace tomar conciencia de la vulnerabilidad, a veces por sobreprotección que será fuente de nuestra sabiduría a partir de la experiencia.

En definitiva estos son los planetas que usualmente conforman los ciclos de mayor duración. Ahora bien: ¿Cómo encaja todo eso en su conjunto?. Para ello es preciso visualizar un árbol de cuyo tronco va desgajándose algunas grandes ramas y de estas , otras mas pequeñas, y así indefinidamente.
Como  tronco inicial podemos situar el gran ciclo precésional , en un ámbito fractal mas reducido el ciclo de 500 años que forman Plutón y Neptuno, que de todas maneras en su largo ciclo por el zodiaco en su recorrido por todos los signos conformara el primer gran ciclo de precesión equinocional entre 25.000 y 26.000 años. 

Al poco de este se desgajara el ciclo Plutón –Urano, y así iremos construyendo el árbol de ciclo mayor a ciclo menor, o de rama más gruesa y principal a rama secundaria.
También puede ser una buena metáfora la de los círculos que se forman en el agua cuando se lanza un piedra sobre su superficie, a piedras de mayor peso y gravedad mas fuerza e ímpetu en el circulo, no obstante puede ser más fácil de entender la geometría que se construye en la forma del árbol.
Es preciso para interpretar correctamente, no perder la referencia de que el ciclo mayor p.ej Plutón-Neptuno, marcara el tono y la base sobre la que discurren el resto de ciclos.
Dicho de otra manera en términos musicales, este ciclo mencionado nos dará el ritmo básico, Plutón-Urano y Neptuno-.Urano tal vez la armonía y el resto de ciclos la melodía y los diversos timbres. Es a la vez complejidad y éxtasis, una trama sabiamente orquestada sobre la cual por cierto nos cabe una responsabilidad sobre su forma final.


La creatividad divina es infinita y por ello va a ser difícil prever con exactitud como va a sonar la orquesta o va a desarrollarse el crecimiento de nuestro árbol, pero en cualquier caso los patrones básicos serán fácilmente predecibles y por ello una valiosa herramienta en nuestras manos  para entender y actuar con mayor conciencia y sabiduría.

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