divendres, 7 de març del 2014

UNA VISION ASTROLOGICA DE LA REALIDAD (Idealismo y Corrupción)

Desde la visión astrológica puede valorarse cualquier acontecimiento, pero también su origen e incluso analizar el contexto mayor en el que se da. En astrología sabemos que los planetas simbólicamente se relacionan con funciones personales como con las huellas que estas dejan en el campo de la sociedad y la historia, pero también son arquetipos simbólicos que aluden a procesos sofisticados tanto como a procesos simples.
Los llamados planetas personales aluden a hechos simples en cuanto a definir su vinculación con herramientas individuales. Desde la Luna que en astrología se la menciona con el genérico de planeta para incluirla de forma mas sencilla dentro de la cosmovisión astrológica hasta la orbita de Marte encontramos los planetas personales.

Júpiter y Saturno son denominados planetas sociales, lo cual alude a un proceso de civilización mas sofisticado en la especie humana.
Finalmente con la revolución francesa y el descubrimiento de Urano, según muchos creemos la entrada de la humanidad en una nueva etapa de crecimiento de la conciencia. No es que antes no hubiera entre determinadas personas o grupos un nivel mayor de conciencia, ..hablamos de un proceso colectivo. Si en Saturno tenemos el limite de lo conocido, con Urano entramos en la etapa de la rebeldía imprescindible para superar límites que pueden ser usados como excusa para oprimir.
Las herramientas innovadoras que representan a Urano y su necesaria acción de apartar los limites requerirían para su correcto despliegue de un buen equilibrio con su energía complementaria que en su caso es el Sol que al igual que a la Luna en astrología se le menciona como un planeta.

El signo opuesto de Acuario, el signo donde tiene su domicilio Urano , es Leo y el Sol el regente de este.
Así pues toda voluntad de liberación creativa de revolución requiere de autoconocimiento, calidez humana y visión igualitaria global, lo cual no es lo mismo que uniformadora.., el Sol sale para todos pero no es valorado igual por todos, dicho de otro modo y acudiendo al concepto creador y divino que este representa en cada individuo, la ley o la revolución se hacen para las personas, no las personas para la ley o la revolución. Esta es en definitiva la ley natural del puro sentido común.


La siguiente dimensión en esta escala de amplitud de conciencia es el planeta Neptuno, este tiene su domicilio en el signo de Piscis, aquí el misticismo, el idealismo social, la creencia intuitiva, la vocación de sacrificio trascendente se traduce habitualmente en movimientos de corte altruista y de auxilio en términos políticos encontraríamos los movimientos de izquierda socialista o comunista con un ideal igualitario de reparto global, la contrapartida en la energía de este planeta esta en caer en el auto engaño, el fraude, la estafa, la mentira, la hipocresía, la credulidad ingenua en definitiva que conduce a todo tipo de desvarios, .....amnesia y decisiones erróneas.
El signo opuesto es Virgo con el planeta Mercurio como su complemento necesario para Neptuno quien permite que Neptuno pueda desplegarse de forma saludable.
La trasparencia o el esfuerzo comunicativo de Mercurio, el saber discriminar lo irreal de lo real, el darle nombre a las cosas y saber manejar las herramientas de forma eficiente, sean capacidades paranormales o sean creencias requerirán de ese modo tanto una acción precisa y voluntaria como una pulcritud con una sana comprensión del servicio y de la utilidad practica.

De Neptuno pasamos a Plutón el siguiente planeta en el orden transpersonal, de hecho el ultimo reconocido a partir del Sol.
El poder transformador y el sentido ultimo de nuestra ética, enfrentarse al tabu para integrar su sentido , en realidad Plutón se traduce en lo social a la vez que en lo personal y así es con todas las energías planetarias aunque al tratarse de una alta vibración su huella sea mas fácil advertirla en la realidad que se construye y nos afecta.
En el reino de Plutón se custodia el átomo-germen de nuestra memoria y en realidad nuestra conexión inmortal, el poder real pues al que podemos acceder o del que podemos hacer mal uso. Nuestra voluntad se entronca ahí con una mayor y nuestra conciencia se encuentra con el propio Yo mas o menos desconocido en espera de ser revelado. Es también ese mismo poder que imaginamos por encima de nosotros y a quien en realidad damos permiso a veces de forma inconsciente para que se exprese.
El rostro negativo de Plutón es el afán obsesivo de control, la corrupción compulsiva victima de las propias pasiones desatadas, la manipulación cínica y desalmada de otras personas o simplemente de situaciones.

De alguna manera y puede ser muy deprimente verlo así , el destino de Neptuno y su régimen socializador e idealista es acabar cayendo en la corrupción asi lo hemos visto con muchos regímenes denominados “comunistas”, y no me refiero simplemente al paso del tiempo de Saturno sino a la que nos tienta Plutón , el siguiente estadio tras Neptuno. La corrupción Plutoniana codiciosa de ocupar poder y de “control” para alimentar a los que considera “los suyos”. El signo de Tauro el signo opuesto a Escorpión el signo del que es regente Plutón será el necesario equilibrio. Venus el planeta regente de Tauro nos hablara de cómo prevenir y evitar esa malsana corrupción. Desde la visión de Venus se nos aparece como lógico que serán necesarios unos mínimos de seguridad y confortabilidad para prevenir esa tendencia, será necesario fomentar la cortesía, los valores creativos del arte y solo una vida amorosa en donde pueda expresarse sin represión los instintos socializadores y lúdicos en un marco que tenga claro que hay que garantizar unos recursos mínimos de forma imprescindible para no favorecer la manifestación pervertida de Plutón.

El respeto y  la empatía con el otro podrá dar sentido a la muerte como destino final que representa Plutón. , hoy en día se halla de paso en el signo de Capricornio, la expresión máxima de gobierno y poder por cierto, quien nos interpela colectivamente a confrontarnos con el poder pues allí se revela en su máxima expresión lo mejor y peor de cada uno, tanto individualmente como humanidad a nivel colectivo.


A menudo hemos escuchado que hay planetas mas allá de Plutón dentro del sistema solar claro esta, pronto tal vez entendamos que esa corrupción o esa inmortalidad posible del alma sirve o es usada por algo más allá, pero si el destino del idealismo de Neptuno es la corrupción y el afán compulsivo de control de Plutón, también es posible entender que la acción desinteresada e incondicional de Neptuno trae como consecuencia la iluminación de todo lo oscuro en nosotros o de nuestra humanidad si hablamos a nivel colectivo, y para ello el complemento bien entendido de la energía amorosa de Venus, que desde el signo de Libra nos llama al matrimonio , a unir los dos hemisferios armónicamente, un exceso del hemisferio izquierdo, el racional o masculino  nos hablara del científico frío y materialista, un exceso del hemisferio derecho, el creativo que podemos asociar al femenino nos llevara a un exceso de credulidad en cualquier caso a un desequilibrio. La energía de Venus nos llama finalmente a otro matrimonio que la tradición esotérica y mística oriental, y también la occidental aunque esta permanezca semienterrada nos recuerda, me estoy refiriendo al ascenso de la kundalini para llegar a la iluminación. Los dos canales energéticos por los que asciende dicha kundalini deben evolucionar en armonía paso a paso para la conquista del poder transformador de Plutón que llega al ascender a la cima de la cabeza en el séptimo chakra. En cualquier caso los planetas transpersonales de manera mas necesaria que los restantes dada la sutileza y dificultad de su correcto manejo, requerirán el entendimiento de las polaridades que en astrología siempre ofrecen una valiosa información y un excelente referente para manejar mejor las energías planetarias. 

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