divendres, 30 de maig del 2014

PLUTON EN CAPRICORNIO

Este texto fue redactado en Noviembre de 2007..ha llovido, y lo que auguraba el transito de Plutón en Capricornio, instalado en este signo hasta el 2024 parece irse poco a poco desplegando.
¿No os parece?

El frío análisis de la realidad de Saturno, santo patrón del transito de Plutón en Capricornio, se alejará de las justificaciones y polémicas morales de estos últimos años, para abordar la realidad desde un punto de vista más aséptico, justificando actuaciones y decisiones bajo el pretexto de evitar el caos, la inseguridad y actuaciones irresponsables.
Aunque ya en la actualidad la tecnología permite la posibilidad de sustituir materias primas y tecnologías obsoletas de obtención de energía, así como bienes de consumo o medicamentos de una manera inocua y sin efectos secundarios de ningún orden, y por consiguiente un remedio para el peligroso camino que parece haber tomado no solo nuestra civilización sino nuestro planeta, es una incógnita que exista una plena voluntad de evitar las peligrosas consecuencias que se derivarían de no hacerlo en este periodo. Si existe un planeta kármico, uno de ellos es Saturno, y Plutón en Capricornio no hará más que manifestarlo como directa consecuencia de actuaciones pasadas, que bajo la ley de la gravedad tienen unas consecuencias inapelables e irreversibles, de no mediar una masa crítica y alguna acción de cierta contundencia y radicalidad en contra de esa inercia.
El cuestionar la forma en la que nos organizamos jerárquica y funcionalmente en sociedad parece lógica e incluso saludable bajo este transito, así como el cuestionar los límites al crecimiento desenfrenado ya puesto en entredicho y observado con cierto temor en los últimos años del transito de Plutón en Sagitario.

Lo cierto es que cualquier cambio y transformación debe comportar bajo Capricornio un rigor y una disciplina concreta difícilmente imaginable en su estancia en Sagitario. La cuestión, en Capricornio, puede tomar la forma de hechos consumados y de inevitable dolor si no tomamos plena responsabilidad de lo que implica.
El gran aumento de la manipulación solapada de la información durante estos últimos años, bajo una avalancha de noticias sin sustancia, puede verse contrarrestado en los próximos con una descarada censura en nombre de una difusa seguridad y respeto por las formas, o por el contrario, finalmente pueden ver la luz montañas de información ocultadas y hurtadas al público por parte del poder y sus estructuras organizadas.
La conciencia de la responsabilidad individual en el entramado de la sociedad debería ser uno de los frutos de este tránsito.
Tenemos los siguientes temas que rigen el eje Cáncer-Capricornio, fuertemente activado por el transito de Plutón:
-Rigor, eficiencia, paciencia, austeridad y seriedad.
-Identidad (nacional/ familiar/ origen); lo tradicional.
-Un nuevo concepto del ámbito de la privacidad y lo público.
-La geología de la tierra (placas tectónicas).
-Revisión del concepto de status social, imagen publica, social y profesional.
-Jerarquías políticas. Estructuras organizadas de gobierno.
-Madre Tierra, conexión con el origen y con el inconsciente como referencia que configura la realidad presente.
-Ordenamiento y organización de los recursos y de la relación con la naturaleza.
-El tiempo lineal productivo como medida asumida colectivamente.
-Intento de instaurar en la tierra la materialización de un orden superior.
-El eje padre-madre. Conceptos de maternidad-paternidad.

La lista podría alargarse todavía más, pero si tan solo nos atenemos, por ejemplo, al último punto descrito, es fácil deducir que el tema de la manipulación genética y el gran cambio del concepto tradicional de la familia se verán cuestionados por el papel transformador y de metamorfosis que a la postre es una de las características principales de Plutón, esté donde esté.
El componente de Saturno como rector de Capricornio podría hacernos vivir un tiempo regido por el frío análisis pragmático en términos de sí o no, un tanto similar al pensamiento digital informático en blanco y negro, unido a una cierta desconexión con el sentimiento y lo emocional, propias de Capricornio, esbozando un futuro más propio de la película Mad- Max, tras la catástrofe y el colapso funcional  del sistema.
Sin embargo ésta es sólo una posible interpretación, insisto; sólo una posible variable.
No me cabe duda de que cierto colapso del sistema social verá la luz bajo este tránsito, incluyendo en ello las estructuras de poder organizadas hasta ahora, que bajo Plutón se verán obligadas a transformarse profundamente, o a perecer, victimas de sus propios demonios y sombras ocultas.

En el terreno personal, para quienes tengan este planeta con una fuerza y protagonismo significativo en su tema de nacimiento, este tránsito supondrá una nueva etapa de transformación en el ámbito donde se halle ubicado Capricornio en su carta natal, más o menos consciente según el grado de evolución, edad y determinación de nacimiento.
Para los Capricornio, no cabe duda de que el transito de Plutón sobre su Sol que se determina según el día de nacimiento, tendrá también un efecto lento pero claro y contundente al final de dicho tránsito, aportando cambios y transformaciones más o menos fáciles o difíciles, según diversos factores sobre los que no me extenderé y que requieren un estudio mucho más individualizado y profesional en manos de un astrólogo cualificado. Para los nacidos al principio del signo, los efectos de Plutón sobre su Sol se notaran más pronto, evidentemente, que para los nacidos al final del signo.
Por último, señalar que también en lo particular, el aspecto que realice Plutón en tránsito sobre algún otro planeta  natal situado en los signos de Cáncer, Aries o Libra, por citar los más significativos, aportarán cambios, retos y modificaciones en las áreas y aspectos definidos por dichos planetas según la zona del horóscopo en que se hallan situados.
La astrología nos enseña, entre otras cosas, que una de las pocas cosas que es permanente es el propio cambio: a un tránsito le sigue otro; a una conjunción le sigue otro aspecto que desarrolla su significado en un ciclo más o menos largo; a un eclipse sigue otro; a un aspecto importantísimo le seguirá a continuación otro aspecto importante en una rueda incesante.
La importancia de todo esto siempre puede ser relativa en el ámbito personal, pero no obstante, cuando asistimos simultáneamente de manera sincronizada a varios eventos astrológicos, podemos deducir que este momento reviste una importancia mayor, ya que los efectos de todo ello serán más visibles y significativos como así parece ser en estos momentos para nuestro planeta, a las puertas de la era de Acuario y al final de un año cósmico de más de 25.000 años, por no mencionar las innumerables profecías; entre otras, la profecía maya, que señalan la excepcionalidad de estos tiempos como especialmente importantes para la humanidad.

Los astrólogos definimos al signo de Cáncer entre otras cosas como el punto de nacimiento de la primera y más elemental vinculación con el clan, el útero acogedor en donde el cuidado y la protección requieren de sentimiento, emoción y una estrecha unión que deja una profunda huella, siendo todo ello determinante en el sentido de nuestra identidad. Lo vinculamos con la familia, tanto la que nos acoge al nacer como la que formamos de adultos. En el simbolismo del cangrejo se observa un caparazón duro que nos aísla del ojo público en la intimidad del hogar, un caparazón que es el escudo que permite que en la privacidad se dé, o al menos se favorezca, la primera y más elemental educación por osmosis e imitación. Bajo el caparazón, encontramos una carne tierna y sensible, altamente frágil y vulnerable ante el entorno. Como primer signo del elemento agua, es en Cáncer donde encontramos las primeras huellas visibles de toda impronta que dejan los acontecimientos. Como signo opuesto y a la vez complementario de Capricornio, es en él, donde en mi opinión vamos a vivir el caballo de batalla de este próximo transito de Plutón y por lo tanto, puede ser que en estos tiempos se establezca un intento de control del ámbito familiar por parte del poder; puede ser el despertar de fuertes sentimientos nacionalistas e identitarios frente a estructuras de ámbito superior; puede ser que en estos tiempos se pretenda aglutinar el sentido de la existencia humana en la matriz protectora de una seguridad cómoda anestesiante y sonriente, mientras nadie la cuestione, ni se oponga a corresponder a cambio con un sacrificio o un precio al que realmente nadie le obliga. Cáncer, el signo del final, pero también el de un nuevo nacimiento; el final del sentimiento de individualidad única y diferenciada y el nacimiento de un nuevo sentimiento de vinculación a un todo mayor que lo acoge, con la esperanza de que algún día vuele por sí mismo perpetuando la vida, habiendo ganado en sabiduría y habiendo subido un nuevo peldaño en la evolución. Es en el agua donde se halla almacenada la memoria, en el agua de nuestro cuerpo, en sus células y en el agua que surca los océanos, los ríos y las fuentes, como bien ha demostrado el doctor Masaru Emoto en sus investigaciones. Éste puede ser un tiempo donde el agua se convierta en un elemento de protagonismo excepcional y en ella acaben convergiendo todos los dioses y demonios, trabajar con y para ella... tal vez debería ser más importante que nunca en estos tiempos, haciendo honor al símbolo del aguador de Acuario el limpiar y sanar nuestra memoria emocional individual y colectiva. Sería la mayor contribución posible ante los retos de este tránsito  tan peligroso o benéfico, como seamos capaces de creer y crear de forma colectiva. No creo que ni el día ni la hora estén escritos, ni tan solo la forma concreta en que los marcadores celestes de las energías planetarias nos inclinen. Éstos pueden ser tiempos duros y profundamente turbulentos, pero también la puerta a una nueva dimensión superior más universal, responsable y madura, como lo marca el signo de Capricornio. Lo cierto es que todo lo que aquí escribo no deja de ser una reflexión personal más o menos fundamentada, pero tan solo una más, y tan sólo pretende llamar a la reflexión y tal vez a la duda, en contra de la parcialmente confortable seguridad que se obtiene al dar algo por sentado. Lo que sí creo que es más cierto que nunca, es que de no mediar un impulso al que por otro lado nos llama la entrada de Plutón en Capricornio, y de seguir la línea de inercia por el camino marcado en estos últimos tiempos, este tránsito puede conllevar momentos sumamente duros y desagradables, especialmente cuando asistamos al desmoronamiento de lo que estaba mal construido. Por ello no es de extrañar que dichas estructuras acaben derrumbándose, cuando corrompidas, degradadas y agotadas, acaben viniéndose abajo como consecuencia lógica del paso del tiempo, la ineficacia y la inconsciencia de los límites que pueden soportarse en cada momento.

JAUME BAIGET


Astrólogo-Terapeuta  -Noviembre 2007   

ADMINISTRADOR        
    





Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada